Esperanza y madurez
Es en la “esperanza” que necesitamos cada vez con mayor
fuerza que este significado sea comprendido por los niños.
La esperanza en un mundo mejor en la que los niños son
protagonistas y podrán enseñarnos a convivir como seres humanos y como
naturaleza.
Pero, que importante es entregarles las herramientas con
las cuales ellos forjarán sus propias vidas y eso pensando como ellos, pero
dando a entender como es el mundo de los adultos.
Por ello entra en escena la palabra “madurez” la
cual puede ser a temprana o avanzada edad o según la comprensión, todo
dependerá de la asimilación del concepto y la comprensión del niño, todo esto
con una buena explicación en acorde a la edad de los infantes.
Cuando llegamos a esa etapa de la “madurez” miramos hacia
atrás y vemos lo que fue nuestra anterior vida y recordamos los errores que
cometimos, cuando depredamos la naturaleza o tuvimos un mal comportamiento con
nuestros compañeros o en casa con nuestros padres y hermanos, cuando tratamos
mal a un animal o le tiramos piedras a una pajarillo.
Entonces nos damos cuenta de nuestros errores y eso ya
con nuestra “madurez” al comprenderlo, nos duele el alma, es algo que ha
quedado marcado en nuestras vidas y casi imposible de borrarlo.
He aquí entonces “la esperanza” de poder entregar a los
niños estos conocimientos y factores que puedan marcar sus vidas, que en su
momento temprano lo comprenderán y eso será un aliciente para el desarrollo de
su compromiso con la naturaleza humana y de la tierra.
Así estos niños crecerán respetando los comportamientos
humanos y el entorno y cuando asuman su rol de desarrollo en la tierra, al
mirar atrás solo encontrarán cosas bellas y la paz inundará sus vidas y la
“esperanza” por un mundo mejor será su tarea cumplida con las sociedades que
necesitan de ellos para seguir sembrando “esperanza”
Abrazos fraternos
Alfred Asís