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miércoles, 30 de mayo de 2018

LA VIDA DE UN PAYASO POR JAVIER EGUILAZ-ESPAÑA

LA VIDA DE UN PAYASO
 
LOS MÁS TRISTES DEL MUNDO
SE PINTAN…Y! A HACER REIR
 
VOSOTROS…!  QUE OS CREEÍS…
Q LA VIDA DE UN PAYASO..ES FÁCIL
“EN SU TRISTEZA…”
ENDÓGENA ENTURBIADA EN SU VISIÓN…
PUES NO!
PERO LA MAQUILLA EN COLORES Y SONRISAS
PARA POR SIQUIERA UNOS MOMENTOS
LEVANTAR OTRAS RISAS DISTRAIDAS
REGANDO JARDINES DESCOLORIDOS
HAMBRIENTOS DE DIVERTIMENTO
PARA DESPUÉS DESMAQUILLARSE
PARA VOLVER A SU TRISTEZA-RUTINA
COMO CON EL SABOR DE UNA FLOR EN LA BOCA
Y UNA LÁBRIMA AMABLE CAYENDO POR SU MEJILLA
 
javier eguílaz
26/5/18

lunes, 14 de mayo de 2018

Mery feliz día de la madre, para todas las mamas que conforman el grupo de poetas. Norka Brios Ramos

UN ÁNGEL LLAMADO  MAMÁ
Norka Brios Ramos
Gracias, Dios por enviarme 
un ángel llamado Mamá.
Gracias Ángel Mamá:
  Por ese amor tan grande y
 verdadero que tu me dabas.
Por tus caricias y besos que
llenaban mi vida de alegría
 dándome calor y paz.

 Por refugiarme en tu regazo.
Por tus consejos  maternales
que daban luz a mis ojos.
Por verme sonreír fue tu vicio,
por amarme aunque te saque 
de quicio con mis travesuras.

Te amo mamá por tus desvelos,
por vivir por mi,por tu gran amor,
Por la vida que hoy tengo, por
 lo que soy te lo debo a ti mamá.

Te pido perdón por las veces que 
te falle , por mi lejanía,
Hoy al recordarte,quiero brindarte
mi poema con el mejor verso 
del mundo,para la más bella.

Me enseñaste que siempre estarías
 para mi,pero no me enseñaste a
vivir sin ti,se que estas pero no te veo
 deseo abrazarte pero no puedo.

Mamá,quiero agradecerte por la vida  
que me has dado con los valores
es una bendición haberte  tenido
 junto a mi.
Mamá,eres el mejor regalo
 que Dios me dio en esta vida,
como mi ángel de la guarda.
Gracias mamá, gracias mi ángel.
Te amo Mamá.
Nobrira.  Lima 2018




martes, 1 de mayo de 2018

Cuentos de la escritora THELMA GALVAN - Rep. Dominicana

EL AUSENTE 

 
Elena tenía ya varios días oteando por la ventana en la espera de poderlo ver, pero nada.  No aparecía.  Esta ausencia inusual la tenía preocupada.  No se explicaba por qué había desaparecido, ella creía que lo trataba bien.  Siempre estuvo pendiente de sus cosas.  Se dirigió con tristeza a la puerta que comunicaba con el patio, la abrió y caminó hacia la fuente.  Su mirada tropezó con unas plumitas oscuras que se confundían con la tierra sobre la que reposaban.  Las recogió con manos temblorosas.  En ese momento vio a quien de inmediato reconoció como culpable de la desaparición del ruiseñor que le cantaba todas las mañanas.  Con furia se dirigió hacia el monstruo, pero este escapó al saltar la valla maullando.

Thelma Galván
20 de febrero del 2016

 
EL SUSTO

El ruido de las ruedas del coche se une al de los cascos de los caballos sobre las piedras del camino y me va arrullando.  El sopor se va apoderando de mi cuerpo cansado por el zangoloteo de la cabina.  Ya van dos días de camino y aún falta otro para llegar a mi destino.  No estoy solo en el coche y por ello no puedo acomodarme como quisiera, pero la fatiga me llena y no puedo evitar dormirme.  Un movimiento brusco, o al menos, eso creo, me despierta.  Todavía con sueño me miro entre las piernas, corro a mirarme al espejo del baño. ¡Uf, que susto!  Por un momento dudé que fuera una mujer.
 

Thelma Galván
15 de julio    del 2015

 

 

 

Cuentos del escritor LEONARDO SURIEL - Rep. Dominicana


DESPEDIDA SIN DESPEDIDA

 

Ramón tenía un restaurant en Washington Heights, hogar de los dominicanos en la ciudad de Nueva York.  Una tarde de agosto de los años 80 salió al parqueo a realizar una negociación.  En ese momento una llamada telefónica desde República Dominicana notificaba que su padre había muerto de un infarto al miocardio.  La esposa de Ramón fue al parqueo, llegando en el instante que una balacera cegó la vida de su esposo.

 
Leonardo Suriel
3 de noviembre del 2015
 

LA DESPEDIDA

 

Un toque a la puerta sacó a Josefina y Mariano de la siesta vespertina.  Era el detective Ramírez de la policía de Miami. 

-¿Qué se le ofrece?-preguntó Don Mariano. 

Seguidamente el detective le mostró fotografías de un carro Mercedes Benz blanco.

- ¿Lo reconoce?

-Sí. Es de mi hijo.

-¿Saben ustedes si él ha prestado el vehículo o alguna otra cosa?

- No. El Salió esta mañana en él. 

-Bien, lo que tengo que decirles es que la persona que estaba en el vehículo está muerta.

-¡No, mi hijo no!- exclamó Josefina.  Mariano guardaba silencio a pesar de la conmoción.

-El cadáver está en la morgue del Hospital Central, si quieren reconocerlo.

Josefina y Mariano se apersonaron a la morgue para identificar el cadáver.  Por las condiciones en que quedó los peritos no recomendaron que lo vieran. Josefina insistió en verlo, y lo vio. 

-Sí, es mi hijo.

Después de los trámites burocráticos los padres se llevaron el cadáver a la República Dominicana para darle cristiana sepultura.

Y el 21 de enero, día de Nuestra Señora de la Altagracia, patrona del pueblo dominicano, a las cuatro de la tarde depositaron el féretro en su última morada.  Mariano tomó un puñado de tierra y lo lanzó al sarcófago, cayendo de bruces en la fosa.

 
Leonardo Suriel

 EL LANUDITO

 

La danza había comenzado en las alturas.  Buitres negros y auras conformaban la bandada.  El lanudito, pequeño can blanquecino,  hacían cinco días que no se le veía pulular por los callejones y portales de la vecindad.  En la medida que bajaban, los círculos concéntricos se estrechaban en espiral invertida.  El objetivo estaba en la maleza del callejón citadino.  Después del festín, la silueta del lanudito se dibujó en el firmamento.

 

 
Leonardo Suriel
25 de marzo del 2015