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domingo, 14 de mayo de 2017

Articulo de nuestra miembro MELANIA EMETERIO dedicado a CARMEN NATALIA MARTINEZ BONILLA - REPUBLICA DOMINICANA.

En Deuda con Carmen Natalia
 
                                                                             Está naciendo un verso en el fondo de mi alma
                                                                                                Yo lo siento agitarse
                                                                                            Como un pájaro preso que en la red de la jaula
                                                                                             se quebrara las alas
                                                                                      C. N.M. B
 
El país está estrenando el primer Centenario del nacimiento de la creadora literaria y critica social y política, Carmen Natalia Martínez Bonilla,dominicana que vino a la luz  un 19 de abril del año 1917. Fue una mujer estremecida por la poesía, y ese estremecimiento, nacido de su vocación para la creación poética, le llevó a poetizar sobre un conjunto de motivos: sus sentimientos íntimos, y particular melancolía. También se inspiró en Dios, la naturaleza, el misterio, la infancia, la patria, la escuela, la vida misma, el campo, entre otros. Un grupo reducido de dominicanas y dominicanos, saben de quien se trata.
 
Carmen Natalia además de poeta, escribió novelas, obras para dramas, montó obras teatrales, trabajó en la radio, cultivó la oratoria, el género epistolar, y el artículo de opinión. Escribió himnos escolares, como el Himno de Graduación. Dentro de las últimas funciones desempeñadas, estuvo de diplomática, representante del país ante organismos internacionales con programas dirigidos a la mujer: sus derechos políticos, y el derecho a elevar el nivel educativo de ellas.
 
Sin embargo, ella no solo escolló como creadora literaria, sino como una ciudadana activa, militante política por las causas democráticas y por la equidad social. Ella asumiendo la lucha política  como un deber, combatió a la dictadura de Trujillo, y por eso  fue hubo de exiliarse. Esto incorpora un valor que engrandece su paso por esta tierra dominicana  y de América. Es ella una figura inagotable, una auténtica sembradora.
 
Fue atendiendo a la valoración de su legado, a la impronta dejada en cada una de sus facetas, que vimos merecido que, en su Centenario, laFeria Internacional del Libro, evento  de prestigio nacional e internacional, fuese dedicada a esta mujer, con lo que se honraría muy mucho esa actividad. Entonces, me dirigí, presta y confiada, a la Dirección de la Feria del Libro, y en el mes de octubre del pasado año, le hice la propuesta formal y motivada. Nunca me dieron respuesta, pero seis meses después de la entrega del documento – propuesta, lo único que supe fue que la Feria estaría dedicada a René del Risco Bermúdez, contemporáneo, y macorisano, como Carmen Natalia.
 
La designación de un personaje para la Feria del Libro tiene mucha importancia, pues se proyecta su figura, y sus obras  se dan a conocer. La Feria siempre publica las obras, y las coloca en manos de una diversidad de público. En el caso de Carmen Natalia, era la ocasión para que se conociera no solo su obra poética, su novela, las obras dramáticas, muchas de las cuales deben estar inéditas o dejadas en algún lugar, en algún archivo, sino también y sobre todo sus participación política, su militancia partidaria, su exilio y los aportes que hizo desde esa condición, en Puerto Rico.
 
Carmen Natalia fue comparada con varias de las mejores poetas de América: Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Alicia Lardé de Venturino. Quienes así pensaron ponderaron previamente su obra. En consonancia con esta valoración, fue que su novela, La Victoria”(1942) fue premiada como la mejor novela dominicana, en el Concurso Internacional Farrar And Reinhart de Washington, en el mismo año. Lo mismo ocurrió con su poema Llanto sin Término por el Hijo nunca Llegado. Este poema, en el año 1959, obtuvo el primer premien un certamen realizado en Puerto Rico. Muy poca gente de letras, en la República Dominicana, han recibido primeros lugares con jurados internacionales.
 
En caso como el señalado, el de Carmen Natalia, obliga a hacerse la misma pregunta: ¿ Por qué se hace tan difícil  reconocer a las mujeres ?. Quienes deciden las cosas se le hace difícil mirar hacia donde están ellas, pues lo habitual es la práctica de invisibilizar lo femenino. Es como una cerrazón que obnubila la posibilidad de actuar en función de la equidad. Es como si las mujeres no formaran parte de la población, o como si ellas fueran el 0,01%  de la misma. A las mujeres se les regatea todo, pues se trata de subvaloración sociocultural que sigue subyacente, y que se envuelven en actitudes recónditas que suelen colindar con esa misoginia tan sutil como efectiva.
 
Lo que se advierte es que las instituciones y / o los ministerios, no están haciendo lo suficiente para erradicar la discriminación y subvaloración que afecta a la mujer en más de una esfera social en la República Dominicana, y por eso la balanza se inclina siempre, y porque si, hacia lo masculino y hacia lo extranjero. Nuestro país es signatario de la Convención Contra Y Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW). Esta Convención no es solo para que de ella se tenga conocimiento, sino que obliga a los  Estados a traducirla en políticas públicas, pero sobre esta ley internacional los ministerios  y el Poder Ejecutivo le pasan por encima, viven en la inobservancia casi total de ella. Es como si la CDAW no existiera.
 
La XX Feria Internacional del Libro 2017, rindió homenaje incluso al 50 aniversario del otorgamiento de Premio Novel de Literatura a Miguel Angel Asturia. No se qué tan relevante sea esto, pero lo que no estuvo bien fue que el 19 de abril, cumpleaños de Carmen Natalia, pasara, oficialmente, sin el júbilo nacional correspondíente, ya que designar una sala de la Biblioteca Nacional con su nombre, y dedicarle la Feria del Libro de Colección, no produjo el impacto que ella  merecía recibir.
 
Ya la Feria Internacional del libro pasó, pero no así el Centenario de nacimiento de Carmen Natalia. Sugiero al Ministerio de Cultura, desagraviar a esta ilustre mujer dominicana, organizando amplias actividades: Seminarios, jornadas de declamación, análisis de su novela La Victoria, conferencias, recoger testimonios, hacer talleres, rastrear sus obras inéditas o las que están en fuentes diversas tanto fuera como dentro del país.
 
Una indagatoria en Puerto Rico (donde vivió exiliada, pero sin dejar de producir artística y  literariamente, así como de aportar desde el accionar político), vale la pena que se haga. Se precisa que la ciudadanía y la comunidad literaria dominicana, tengan a esta creadora y luchadora en el lugar que le corresponde. El Ministerio de Cultura ha editado ya unas 12 obras de autores dominicanos. El Ministro ha dicho que se editarán unas cien obras. ¡Hermosa iniciativa!. Ahora importa que las obras de Carmen Natalia estén incluidas ahí. 
 
Esta sugerencia que, como ciudadana, hago al Ministerio de Cultura, vale igual para el Ministerio de la Mujer, para la mujeres militantes políticas, y para el Movimiento de Mujeres organizadas que mantiene su agenda de género. Reconocer en vida o en muerte la grandeza de los seres humanos, enaltece a quien lo haga a conciencia de lo que hace. Esa es una manera de devolver algo de lo recibido. Acojamos de este modo estos versos que nos legó, desde su grandeza moral y espiritual, la incansable sembradora Carmen Natalia Martínez Bonilla.
 
Señor haz que florezcan mis manos
En un incansable Dar…
Haz que florezcan mis manos
Y prodiguen sin cesar…!
 
                                                                                                                                                                    
                                                            Melania Emeterio R.
                                                                          Mayo 2017