ENTREVISTA
Por: ERNESTO R. DEL VALLE
Quiero que el mundo conozca a este hombre, a este inmenso poeta a quien, según él, un día El Indio Naborí lo llamó "El poeta nacional"
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He conocido aquí en Miami, a todo un personaje, cubano, guajiro "reyoyo" de Pinar del Río. RICARDO SÁNCHEZ Y RIVERA. Este señor es repentista, tiene más de 80 años. Sus manos parecen estar marcadas por las manceras del arado y sus dedos conocer cada piedra y cada terrón de su conuco dejado en Cuba. Sus décimas fluyen tan espontáneamente que te quedas con la boca abierta. No es muy conocedor de la Literatura ha leído lo general, pero maneja unas metáforas que te dejan sin aliento como esta que un día me dijo:
"Y como era mi destino
andar descalzo y a pie
muchas veces intenté
echarme al hombro el camino
Nació en Mariel, Prov. de Pinar del Río, Cuba. Obtuvo un total de siete premios en Concursos de Repentistas. Guajiro de profunda cultura natural. Naborí lo llamaba Poeta Nacional de Pinar del Río. No tiene nada escrito, nada publicado, pero las décimas que me ha dicho en las diferentes conversaciones que hemos tenido son de una factura clásica y de un contenido humano de largo alcance. Reside en Miami
AVE VIAJERA. Ricardo, dónde naciste, en El Mariel?
RICARDO SANCHEZ .- Si nací en el Mariel un pequeño Municipio situado en Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba.
Mi familia no era pobre, era más bien acomodada porque mi padre contaba con una finca de 2 caballería y pico y mi infancia nunca careció de lo indispensable. Todo lo tenía.
AV .- En qué fecha naciste?
RS.- el 27 de febrero de 1923.
AV.- Tienes hermanos.
RSR.- Somos 5 hermanos
AV.- A qué se dedicaba tu padre?
RSR.- Mi padre se dedicaba a la finca se llamaba “Las Mercedes”, vendía 70 litros de leche diarios. Sembraba arroz, frijoles… bueno todo lo que se hace en una finca. Cuando chiquito yo lo ayudaba, ya de grande no, porque me fui a trabajar de estibador en el muelle. Me pagaban más, 23 pesos diarios, en un momento en que pagaban 2 y cuando más, 3 pesos el día. Y luego pasé a cultura, donde trabajé siete años.
AV.- Tú no trabajaste la tierra, aunque se te ven las marcas de los surcos en las manos.
RSR.- Sí, pero eso fue cuando chico, las manos se me han quedado así, porque trabajé muy duro.
AV.-Cómo llegó la decima a ti; o fuiste tú quien llegó a ella o los dos dieron el encontronazo?
RSR..- Bueno, mi papá improvisaba aunque muy mal, asonantaba las rimas, por ejemplo, papel con envolver, era un poeta natural, no conocía nada. Rimaba correr con Mariel, imagínate tú. El cantaba las décimas, sin guitarra, las cantaba pero con muchas faltas, improvisaba con muchas faltas como esa que te digo de la rima. Pero a mí me gustaba escucharlo.
AV.- Me contaste cierta vez una anécdota ocurrida en tu vida a los doce años de edad, yo quisiera que la dieras a conocer ahora de manera pública porque me parece que marcó un hito en tu historia como decimista.
RSR.- Ah sí, yo estaba jugando dominó en una bodeguita de campo; un carnicero amigo mío me viene a buscar porque habían llegado unos poetas de La Habana y yo le dije “como yo voy a ir a cantar donde están los poetas de La habana si yo soy un guajirito que canta aquí nada más, en la zona” De todas formas me convenció ese señor y me fui a cantar. Llegamos a la actividad, frente a una bodega, eran las doce del día, estaban Antonio Camino, Justo Vega, estaba, bueno, los poetas buenos de La Habana y yo a las doce del día estaba temblando, de miedo vaya…los nervios y entonces me subí a la tarima y me pusieron un pie forzado.
La bodega se llamaba El Vapor y estaba situada en la calle Céspedes 29 y me ponen un pie forzado que decía: que hace poco tiempo trajo, entonces yo comencé mi
décima diciendo:
:
El Vapor está situado
en Céspedes veintinueve
todo artículo se mueve
bastante garantizado.
Un surtido abarrotado
de arroz, manteca, tasajo,
de papa, cebolla ajo
chícharos y macarrones
y latas de melocotones
que hace poco tiempo trajo
.
Entonces, alguien dijo, “ese muchacho ha hecho una cosa muy grande.”
AV.- Quién lo dijo?
RSR.- El locutor, Tembre de apellido, daban unos premios que yo me horroricé imagínate.
Una lata de galletas El Gozo, una guayabera de hilo, un pase para la ruta 35, que iba para La Habana y un pase para La Tropical, a tomar la cerveza que uno quisiera. Entonces le puse el pie a todos los poetas buenos y ninguno pudo mejorar mi décima y gané el primer lugar. Esa fue la primera vez que me paré ante un público grande.
AV.- Allí fue donde conociste a Justo Vega, Colorín.. etc. Y a partir de allí, tú le diste un giro a tu décima o seguiste igual?
RSR.- No, yo seguí cantando, pero me llamaban para participar en los guateques y fiestas, porque ya me conocía una gran cantidad de público. Yo cantaba entre los poetas buenos, no sabía si lo hacía bien o mal, pero yo cantaba.
AV. Sobre tus lecturas, Ricardo. A esa edad, tuviste acceso a obras fundamentales de la Literatura?
RSR.- Bueno yo leía algún que otro poeta español, por ejemplo a García Lorca, cuyas décimas me gustaban mucho. Conozco a Garcilaso de la Vega, Góngora, Hilarión Cabrisas, Dante. A muchos poetas de la vez pasada.
AV.- Y de esos autores, cual es tu preferido?
RSR.- García Lorca, quien más me ha gustado, bueno los otros también eran muy buenos, figúrate.
AV.- De Lorca que es lo que más te ha gustado, su Romancero Gitano?
RSR.- No, las décimas.
Tú sabes que ahora mismo vamos -deja ponerme yo también como poeta, para no quedarme rezagado- vamos cuatro o seis a una competencia y gana uno, no quiere decir que los demás sean malos, uno tenía que ganar, entonces seguimos siendo buenos pero perdimos, estamos?
AV.- Mira, yo le hice sabe al Sr. Joseph Berolo, Editor de Ave Viajera, un fragmento de aquella décima que me dijiste hace un tiempo y que, caramba, jamás se me ha olvidado ese final de competencia. Porque verdaderamente me impactó esa metáfora que usas. Me refiero a esa décima donde te tiras al hombro el camino. Puedes repetirla para que el la conozca en su totalidad?
RSR.- Sí, claro. Dice así:
Mi padre a mí me enseño
a manejar las manceras
y el surco de las riveras
era más grande que yo.
Cuantas veces me ladró
el perro de mi vecino
y como era mi destino
andar descalzo y a pie
muchas veces intenté
echarme al hombro el camino.
AV.- Te lo digo, esa es una de las mejores cosas que he oído decir que me han impactado, ciertamente. Al igual que la decima dedicada a la Palma real cubana.
RSR.- Bueno esa décima la hice en una competencia de pie forzado que hice en Cuba.
Cuando yo trabajaba en Cultura de director de un grupo de diecinueve decimistas. Yo era director de ese grupo y estuve siete años como director allí. Entonces me pusieron un pie que decía. “con el libro y el fusil”
Yo nací donde la palma
mueve sus verdes estrellas
y el río devuelve aquellas
que le tiemblan en el alma
.Yo nací donde la calma
del cielo enciende un candil
y por la tierra que mil
veces bendigo y prefiero
por esta tierra yo muero
con el libro y el fusil.
AV.- Tu labor en Cuba, cuando entras a trabajar en Cultura, fue netamente administrativa o cultural?
RSR.- Bueno yo estaba cantando en la radio y la Televisión y entonces como me destaqué y era muy nombrado…
AV.- Ya que hablas de la radio, disculpa, se impone una pregunta. Estuviste en el programa Palmas y Cañas?
RS.- Si yo canté muchas veces en Palmas y Cañas, en Radio Rebelde también, en el Teatro Martí, me llamaban a todos esos programas. Y creo que por eso me llamaron para que dirigiera a ese grupo de 19 decimistas en el Municipio de Bauta. Estábamos todo el año en actividades.
AV. Te voy a hacer una pregunta y no creas que es capciosa. Fíjate bien:
Angelito Valiente o Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí)?
RSR.- No, el Indio es trescientas veces mejor. Porque Valiente era buen poeta pero tenía sus fallas, con toda la publicidad que tenía, él fallaba mucho. Yo mismo le anotaba la falta muchas veces. Valiente hacía mucha mímica en el escenario, brincaba y hacía mucha mímica.
AV.- Angelito rompe en el escenario con el quietismo de los intérpretes. Se movía mcho y hacía muchos gestos, cosa que antes de él, nadie hacía, p lo menos en Cuba. El se robaba al público en la escena.
AV.- Y el Indio Naborí?
RSR.- No ese era todo un poeta.
AV.- Un día te dijo que eras el “Poeta Nacional” cómo fue eso?
RSR.- Porque yo ganaba casi todas las competencias. Gané 7 Concursos a Nivel Nacional. El iba siempre como Jurado, figúrate y al verme ganar tantos premios, un día me puso la mano en el hombro y me dijo “Poeta Nacional”
Yo le dije,
-Naborí, Ud. lo dice para burlarse de mí.
Y el me contestó,
-usted tiene cosas que yo no las tengo
Y yo le dije ,
-esa es una modestia suya.
AV.- Hemos hablado de algunos libros pero tienes alguna otra lectura, algún otro autor que te haya ilustrado?
RSR.- Martí, con sus versos sencillos.
AV.- Por qué no escribes tus décimas.?
RSR.- Yo no sé no me ha dado por eso. Yo tenía muchas escritas pero resulta que cuando me mudé toda se me mojó y tuve que botarlas. No se podían leer. Y me dije, Total, no escribo más ná, total, pa qué voy a estar escribiendo si yo tengo que improvisar, lo improviso de momento, no tengo que estar buscando lápiz ni papel, de momento me pones un pie ahora mismo y le hago así, y ya está. Y no tiene falta, como si estuviera escrita.
AV..- Estaré en ave viajera.
Ese es un pie forzado que te impongo para el final de la entrevista.
Dime primeramente qué piensas de los decimistas e improvisadores que están surgiendo ahora mismo en Cuba?
RSR.- En Cuba hay muchos decimistas buenos. Casi mejores que los que están aquí. (en Miami)
Hay una porción de improvisadores jóvenes que son buenos, pero buenos.
AV.- De dónde tú crees que sale esa cantera de jóvenes decimistas?
RSR.- Son de Cuba, No? , y están en Cuba.
AV. Me refiero a qué los impulsa o los motiva a ellos a ser decimistas? Algún programa que se está ejecutando para descubrirlos?
RSR.- No, no…Es su intuición , el talento de cada cual.
AV.- Sin contar aquellos que tienen la vocación y no la manifiestan por pena. De esos hay muchos.
RSR.- Sí eso sucede muchas veces.
AV.- Mira, conozco el caso personalmente, en los años 66 o 67, en Morón, Tamarindo, en lo más intrincado de la zona rural. Un campesino, un hombre minusválido, en su silla de rueda te hablo de Lucas Buchillón, escribía unas décimas hermosísimas. Fue descubierto por el entonces Director de Literatura del Consejo Provincial de Cultura Rómulo Loredo –ya fallecido-. Yo trabajaba entonces en el Dpto Provincial de Literatura y estábamos enfrascados a la sazón en la creación de los Talleres Literarios y en Morón, creo que Raúl Ferrer nos pone en antecedentes sobre este decimista y un día lo fuimos a visitar allá , donde vivía. –en medio del campo de su valle de Los Barriles- y allí nos leyó una obra que hoy marca un hito en la décima contemporánea escrita. ELVALLE DE LAS GARZAS. Algo que estoy buscando por la Internet y no he logrado. Hoy, la Casa de la Cultura de Chambas y el Concurso Provincial de Poesía, en Ciego de Ávila, lleva el nombre de este decimista. Ahora dime tú, cómo un hombre en esas condiciones, en ese lugar tan apartado y que alternaba la silla de rueda con la cama, podía escribir cosas tan hermosas como:
“Ahora mi valle sí es
de un verde, verde, muy verde
porque jamás se le pierde
el verde, verde que ves.”
RSR.- Eso es así.
AV.- De nada vale tanto oropel, tanta falacia, tanta presentación, y tantos guiones de una vaciedad que aterra, si no hay talento, eso lo vemos con peligrosa asiduidad aquí en Miami. Ahora tú dices que para qué vas a escribir tus décimas, si con decirlas tienes. Pero escucha esto. Son décimas que el viento se las lleva y la humanidad no va recrearse en ellas.
RSR.- Está bien, el viento se las lleva pero se quedan en mi memoria
AV. Se quedan en tu memoria…. hablando de esto, qué técnica usas para recordar las letras de tus décimas?
RSR.- Si supieras que no uso técnica ninguna. No pienso en nada de eso. Todas las décimas que he hecho y las que han ganado premio, yo no sé…
AV.- Por el camino venías diciéndome una décima, la puedes repetir ahora?
RSR.- Mira esa es de cuando yo era jovencito que la hice así, “a rumbo” como quien dice.
En la zona que me vio
crecer pálido y enjuto
si había un muchacho bruto
ese muchacho era yo.
El tiempo al fin transcurrió
y vino una nueva aurora
y ahora, que mi edad aflora
una cifra que ni cuento
soy tan feliz y contento
como los niños de ahora.
AV.- Tienes algo más que decir?
RSR.-Bueno, qué decir tengo yo todo el día.
AV.- Esta entrevista va para Colombia. Tienes algo que decirle a los decimistas colombianos.?
RSR.- Bueno, yo a todos los que sean decimistas los felicito, háganlo mal o háganlo bien.
AV.-Conoces algún decimista colombiano aquí, en Miami.?
RSR.- No, no conozco a ninguno. Quisiera conocer a alguno.
AV.- Y a la nueva generación de poetas cubanos aquí, en Miami, qué le dirías?
RSR.-Bueno, aquí, generación nueva no conozco, los que han venido de Cuba, nada más. Aquí han llegado muchos poetas buenos. Está José Antonio Cabrera, está “Candelita” está Soriano, León, Tejeda, los otros son “poeticas” de esos que…
AV.- Ricardo, se me olvidaba, no sé, por esas cuestiones que uno lleva en la mente, quisiera que volvieras a decirme, para los lectores de AVE VIAJERA, las décimas que me dijiste días atrás, llenas de añoranzas por el terruño que dejaste al venir para acá, para Miami.
Puedes complacerlos?
RSR.- Dice:
Cuando me fui de Pinar
el bohío me dio un beso
de guano por mi regreso
que no dejo de soñar.
Si un día me han a enterrar
cuando llegue el final mío
llévenme a pinar del río
por el aire o por el agua
y en un ataúd de yagua
entiérrenme en un bohío.
Yo en el bohío dejé
una plancha de carbón
un taburete, un fogón
y un molino de café.
Fue tanto lo que lloré
que hice un lago en el bajío
y yo creo amigo mío
al retirarme llorando
igual que lo hice cuando
me fui de Pinar del Río.
RSR.- Yo cantaba en San Cristóbal, y entonces me pasé para el municipio Pinar del Río, porque pagaban más y un día voy a San Cristóbal a una competencia en representación de Pinar del Río. Me pusieron un pie forzado que decía “del central Jose Marti.”
Y entonces digo yo.
San Cristóbal pueblo mío
no sabes cuanto te extraño
y ya ves que no hace un año
que canto en Pinar del Río.
Por todo aquel veguerío
siempre me acuerdo de ti
porque cuando estoy allí
en el tabaco que fumo
me parece ver el humo
del Central “José Martí”.
AV.- Para terminar, quiero retomar el pie forzado que dejamos atrás, para que ahora lo trabajes. El pie dice: “…y estare en ave viajera”.
RSR.-
Del valle me entrevistó
y enseguida le respondo
y como sé pensar hondo
nunca le diré que no.
Es razón por la que yo
doy mi décima cimera,
yo improviso a la carrera
como poeta que soy
yo sé bien que ahí no estoy
y estaré en AVE VIAJERA
AV.- Gracias, amigo, por su tiempo y su historia.
RSR.- No, qué va, gracias a ti, por todo.